En muchos casos nos encontramos en este famoso dilema donde todo se ve inmerso en un gran circulo vicioso, este circulo que en los dos aspectos estamos viendo que son necesarios, para quienes tenemos una familia a la que amamos y al mismo tiempo tenemos que trabajar para conseguir un sustento para estos seres queridos que significan todo para nosotros y nos preguntamos ¿trabajo o familia?
Lo que se termina haciendo es poner todo en una balanza ya que trabajamos por y para nuestras familias, pero en muchos casos no prestamos atención en este equilibrio y terminamos abandonando de manera inconsciente a nuestro entorno familiar.
Ahora bien, poniéndonos en los zapatos de una familia que posee unos ingresos ajustados, donde el sueldo alcanza para poder cubrir en las justas las necesidades básicas del hogar, es como sentirse con la soga en el cuello, donde de un extremo se siente que la empresa jala apretando este nudo y del otro lado se encuentra la familia que de igual manera aprieta el mismo nudo.
Cabe destacar que no solo en la empresa es la causa de las enfermedades físicas y psicológicas, también están inmersos los problemas familiares, con esto decimos que la familia puede disfrutar del bienestar económico de la empresa, pero también por otro lado recibirás reclamos porque sencillamente no te van a ver el tiempo suficiente para compartir contigo.
No perder el norte en las verdaderas prioridades
Las relaciones familiares y de pareja tienen que enfocarse en tres aspectos fundamentales los cuales son, participación, comprensión y aceptación, en lugar de estar pendientes de una critica o de lo negativo que genera el rechazo.
El tiempo que se comparte en pareja debe ser de una forma sistemática, no necesariamente debe ser en grandes extensiones de tiempo sino en momentos de calidad, no importa que sea corto, pero si momentos especiales constantes.
No esta mal visto romper la rutina de por lo que debería recomendarse una salida juntos en pareja, una vez al mes, liberando cargas emocionales por lo menos conversando por turnos, ya sea para consentirse o realizar actividades placenteras.
Evita realizar comparaciones con otras familias, esto es una falla muy grande ya que, hasta las mejores familias, discuten y pelean por distintas razones, ten esto en cuenta y busca la forma de que el trato sea el mas placentero posible cuando están juntos.
No permitas que las energías negativas provenientes del contexto laboral afecten a tu familia, evita pensar mal de tu pareja, ten en cuenta de que las cualidades positivas son superiores a las negativas y por esto es mucho mejor la relación.
En la balanza debe tener más peso la familia
En muchos casos esto viene representado en el grado de madurez de quien esta presente en esta disyuntiva, pero quien reconoce el valor de la familia puede que tenga la entereza de querer negociar este detalle con la empresa, donde podrían llegar a un acuerdo y aligerar la carga de responsabilidades, buscando rediseñar el sistema de trabajo, haciendo de manera más productiva y motivando a este.
Empezando que no es para nada fácil hacer este cambio ante un jefe que acostumbra a verte proactivo y comprometido con el trabajo en la empresa, el no saber que decir sin que la empresa se sienta en un ambiente de conflicto, ya que en muchos casos podrían prestarse a malos entendidos, chantajes con la familia entre otros.
Puede ser que el individuo en cuestión se encuentre en un estado de impotencia, ya que cabe destacar la sensación de que es utilizado por una u otra parte, se debe tener en cuenta de que la familia es irreemplazable y por lo tanto no debe de ponerse por encima de nadie. Ten en cuenta que tu familia necesita de ti y tú de ellos, por lo que debes buscar la forma de ser lo más diplomático posible y evitar algún ambiente de tensión.